Carlos García, el alcalde morenista de Silao, desea construir un campo de golf al pie del Cerro del Cubilete y muy cerca de Chichimequillas, una comunidad llena de vegetación y donde están los tramos más vistos del Rally. El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Silao (SAPAS) se estaría encargando de hacer el entubamiento para crear un lago artificial que haga más placentera la vista.

El primer desvío de $4 millones se usaría en un estudio de impacto ambiental y una primera parte del entubado para llevar más agua al terreno ubicado cerca de Chichimequillas.

“Carlos quiere que allí esté uno de los campos más exclusivos de México, donde jueguen los más ricachones de León y haya prostitutas”, reveló una fuente muy cercana al tesorero del gobierno silaoense, Mauricio Verver, el hombre en el que Carlos García deposita todas sus confianzas.

Carlos García sueña con tener un campo de golf al que acuda la élite política y empresarial del Bajío. Lo quiere construir al pie del Cerro del Cubilete.

“Es el sueño que acaricia Carlos García: tener un campo de golf al que acuda la élite política y empresarial del Bajío”, agregó la fuente. Para hacer realidad su gran sueño deportivo, se habrían desviado 4 millones de pesos hacia la cuenta de la empresa Trébol Construcciones, la que a su vez cambió dicha cantidad por dólares para poner a madurar la inversión en Estados Unidos y no dejar huella del desvío en México.

Carlos García, al que ahora todo el mundo conoce como “El Ratero”, no quiere dejar la presidencia municipal sin haberse hecho millonario y empezó a triangular un armazón financiero entre la tesorería municipal de su cómplice Mauricio Verver, la empresa Trébol y la recepción de los millones en Estados Unidos. Así es como opera un burgués metido en el morenismo que presume vida franciscana.

El arquitecto contratado por Carlos García ya hizo una primera propuesta de campo, con menos de 18 hoyos.

Construir un campo de golf de 65 hectáreas en México, equivalentes a 120 canchas de futbol, cuesta entre 6 y 8 millones de dólares, más movimientos de suelo y tipo de diseño, pero Carlos García ya tiene eso y más. Según la fuente de la tesorería municipal de Silao, este primer desvío de 4 millones de utilizaría en el estudio de impacto ambiental y una primera parte del entubado para llevar más agua al terreno que ya se tiene visualizado.

La primera propuesta del arquitecto contratado por Carlos García es diseñar un campo con menos hoyos, en lugar de 18, para poder tener una versión más divertida de este deporte burgués y poder competir con grandes campos, como los que hay en clubes campestres de Tampico, Chihuahua o Veracruz.

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Construir un campo de golf de 65 hectáreas en México, equivalentes a 120 canchas de futbol, cuesta entre 6 y 8 millones de dólares, más movimientos de suelo y tipo de diseño.